Descanso al sol...

Un día de Julio...¿qué más da cuál?...tampoco recuerdo la hora...
solo sé que el sol obligaba a parar en seco...a despojarnos de las ropas que asfixiaban los poros de nuestra piel...invitaba a no pronunciar palabra alguna...solo a sentarnos plácidamente cerca del mar...cerrar los ojos...sentir sus rayos como caricias ansiadas tiempo atrás...a olvidarnos por completo de nosotros mismos...de las prisas...las obligaciones...los atascos...las llamadas pendientes...el trabajo...los ruídos de fuera...y los de dentro...a escuchar todo aquello que la suave brisa nos contaba en su dulce canto de sirena...a desentumecer los músculos del rostro y poder sonreir sin más...sólo porque si...a calmar nuestro mundo interior...poder bajar las revoluciones del corazón desorbitado...a respirar aire puro...regalo para los pulmones cansados de tanto espacio viciado...
a sentir la libertad del alma...
Un día de Julio...no importa cuál...tampoco la hora importa...
aprendimos el enorme valor de un sencillo y placentero...
descanso al sol...

1 comentario:

Anónimo dijo...

. a veces forzamos tanto nuestras "máquinas".. que apenas sabemos quienes somos.. siempre, de allí para acá, dándolo todo, exigiéndonos lo que no somos, ni anhelamos.. y el sol está ahí para recordarnos que somos también descanso, quietud y paz con la armoniosa naturaleza.
. leerte es como sentir esos rayitos de sol, sobre el alma..